sábado, 24 de enero de 2015

"Un mundo infinito de sensaciones": mi madre


Hablar de café es un mundo infinito de sensaciones, así lo describe mi madre. Realmente el mundo del café es tan poderoso que cautiva a cualquiera como un jugo de mandarina que toca a su boca suavemente y  desde que llegué al Brasil para entender la visión del negocio del café, donde son los  primeros productores en el mundo, mi cabeza no ha dejado de receptar información y construir y describir ideas geniales, pensamientos poderosos y hacer amigos para la vida, de esas personas que se mueven en el mundo desde que nacen y construyen vidas hablando un solo lenguaje y dejándose moldear por la vida y humildad que los caracteriza, miles de personas en el mundo vivimos del café, en cada proceso, desde los que investigan para crear una semilla resistente, el que la siembra en un germinador para seleccionar las mejores plántulas, el que las trasplanta al semillero para darle sus bases alimenticias y protegerlas, el que las siembra en la tierra adecuada para que genere los mejores granos característicos y produzca infinitas sensaciones por el resto del mundo, el que las comercializa para expandirlas y el que prepara las mejores bebidas para que paladares se cautiven y queden atrapados por el gusto de un fruto, de una planta, de un caficultor que sembró y vendió sus granos en símbolo de una cosecha que terminó, para un árbol que no se cansa de producir así lo sigan alimentando y protegiendo.


Es tan inspirador hablar en medio de café, y cautivador para el que las planta y las comercializa por el mundo, el tiempo ha pasado y el empoderamiento que me ha cautivado de sus fragancias, aromas y cuerpo desbordable me inspiran para seguir este mundo y creando sensaciones infinitas, así como las describe mi madre. 

Por: Inspiración de una taza de café en una mañana fresca y soleada. 

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